jueves, 29 de noviembre de 2007

La Batalla de Santiago (1º Parte)


Debo reconocerlo, durante mucho tiempo no he logrado comprender como a un país devastado por el mayor terremoto de la historia moderna de la humanidad (Valdivia 1960 al cual tuvieron que bajarle grados en la escala de Richter para poder hacer efectivos los seguros internacionales...Un poco de cultura general de vez en cuando entre tanta pelota no hace mal) tercermundista, analfabeto y -literalmente- arruinado en el aspecto económico consiguió la organización de la máxima justa futbolera a nivel global. Quiero creer (como lo han dicho próceres del porte de don Julio Martinez) que todo se logró gracias a un puñado de hombres que amaban a esta larga y angosta faja de tierra por sobre todas las cosas y a unos huevos a prueba de balas, ambos elementos posibilitaron "robarle" este evento al que era, por aquel entonces uno de los países más ricos de latinoamérica y el granero del mundo (Argentina) En definitiva como resumió maravillosamente en su frase Carlos Dittborn, quiero creer que todo se debió a que "Porque no tenemos nada, lo queremos hacer todo" (esa frase debería ser enseñada en los colegios de todo la nación por su contexto histórico y por la fuerza que en si contiene) Sin embargo, estas mismas dudas se le presentaron a los dirigentes italianos, quienes difirieron por esos años del romanticismo en que este servidor cree que se lograron las cosas. Estos derechamente pensaban que Chile no cumplía con las garantías ni medios básicos para poder organizar a lo menos un espectáculo digno, que no era competente por la difícil situación que atravezaba y que de lograr concretar con éxito la justa deportiva sería demasiado mediocre, por lo que los furibundos italianos creían que cualquier otro país (de preferencia Italia) sería más apto para enfrentar tamaño desafío, que nuestra fértil provincia.

Este recelo peninsular paso a ser un franco antagonismo cuando la FIFA confirmó a Chile como el país sede del Mundial de 1962. Con este hecho se cultivó la cizaña por el tiempo restante a la iniciación del magno evento, la cual reventó cuando el corresponsal de los períodicos "Il Resto del Carlino" y el "Naziones" de nombre Corrado Pizzinelli hizo una verdadera apología que dejaba a Chile en la categoría de un país destruido por una guerra y azotado por todas las plagas bíblicas en su reportaje titulado "La infinita tristeza de la capital chilena. Santiago, el confín del Mundo." Aquí el reportero dio rienda suelta a la envida contenida por varios años por sus coterráneos y haciendo uso de su afilada pluma descargo los siguientes comentarios:

La infinita tristeza de la capital chilena.
Santiago, el confín del Mundo.


En ningún lugar uno se siente tan lejano, perdido y solo como en la ciudad huésped del campeonato internacional de fútbol. Para los extranjeros es imposible huir de la nostalgia. Los jugadores se resentirán con éste clima depresivo.

MALESTAR – Desde que estoy en Chile tengo la curiosa sensación de llevar el mundo sobre mis espaldas. Se le siente encima igual que la tristeza de los habitantes, y ello provoca un malestar curioso que se agrava por los enormes saltos de temperatura. Ayer a la mañana el termómetro marcaba 4º; a las 14 horas más de 29º. La sangre se torna torpe y parece faltar en las venas, y después de permanecer algún tiempo en Chile uno se siente extraño a todo y a todos. El virus de la lejanía más abandonada, más solitaria, más anónima, se mete en el ánimo de todos y creo que ello incidirá en el estado anímico de los atletas. Es por algo que las federaciones futbolísticas de algunos países han enviado expertos para estudiar éste problema psicológico y descubrir que puede hacerse para poner a los jugadores a cubierto de él.

La presencia de los connacionales, las fiestas, los cócteles, las ceremonias y las reuniones servirán de muy poco, pues la melancolía y la soledad están en todas partes. Desde que estoy en Chile me parece estar condenado a vivir en ésta tierra triste y fantástica en la que se desenvuelve la acción de ese libro no olvidado de Julien Cracq, “Las orillas del Mar Muerto”.

La tristeza flota en cada una de las conversaciones, como una doliente espera y resignación, no demora en apoderarse del europeo más activo y lleno de buen humor. En vano los chilenos, como para consolar a los italianos, dicen que Santiago se parece a Turín, que tiene un río como el Po que atraviesa, el Mapocho, un Parque Forestal que comparan al Valentino y calles derechas y a escuadra.


(NADIE ...pero NADIE en su sano juicio puede escribir eso...Ok ..Seremos copiones, arribistas y todo lo que se quiera...Pero hay que estar o muy drogado y borracho para decir semejante tontera o ser un tipo muy mala leche para tergiversar tal comentario...Personalmente, me quedo con lo último)

Cosas que no significan nada y nos hacen decir que Santiago se parece a Turín como Roma a Milán. Las mismas muchachas chilenas, tan famosas en el mundo por su gracia y donaire y tan a menudo comparadas con las turinesas, tienen muy poco de ellas (Mala leche y misógeno el socito). Se destacan por su liberalidad y su afán de progresar, y esa es una de las semejanzas, lo que constituye uno de los tantos lugares comunes sobre los que cierto periodismo y cierta literatura han derramado verdaderos ríos de tinta. Y ello tal vez para tratar de hacer olvidar la realidad de ésta capital, que es el símbolo triste de uno de los países subdesarrollados del mundo y afligido por todos los males posibles: desnutrición, prostitución, analfabetismo, alcoholismo, miseria... Bajo éstos aspectos Chile es terrible y Santiago su más doliente expresión, tan doliente que pierde en ello sus características de ciudad anónima. Barrios enteros practican la prostitución al aire libre: un espectáculo desolador y terrible que se desarrolla a la vista de las “callampas”, un cinturón de casuchas que circundan las ya pobres de la periferia y habitadas por la más doliente humanidad. Se dirá que todo en Sudamérica es así, y que ello no es de extrañar y que en todas las ciudades hay problemas de este tipo. Los hay en Moscú, Nueva York, Río de Janeiro y Roma. De acuerdo. Pero en esas ciudades los problemas de ese tipo tienen un límite; aquí afectan a centenares de miles de personas. Que se entienda bien, no son de origen indio. El 98 o 99 por ciento de la población chilena es de origen europeo, lo que nos hace decir y pensar que Chile, en el problema del subdesarrollo, tiene que colocarse a un mismo nivel que los países de Asia o África, pero que aquí, por la formación de su población, la regeneración es mucho más grave que en los casos citados. Los habitantes de esos continentes no son progresistas, éstos son retrógrados.

LOS TURISTAS – Santiago es un campeón de los problemas más terribles de América Latina, y es necesario aclarar que si la actual clase dirigente, organizando el actual Campeonato del Mundo, buscaba para si buena propaganda para las próximas elecciones, teniendo presente además la obtención de créditos tipo Plan Marshall para Sudamérica y una comprensión especial de parte de la famosa “Alianza para el Progreso”, no cabe duda de que esa clase dirigente ha cometido el más craso error. Todo lo que Santiago muestra, aún las casas populares construidas de prisa para algunas decenas de millares de personas, son sólo un pálido esfuerzo, que a nadie convence y es la prueba más brillante de la forma como cierta clase dirigente resuelve determinados problemas, en busca de su propio beneficio. De otra manera no se explicaría cómo ha podido aceptar la organización de los juegos mundiales sin disponer de los medios necesarios ni de albergues suficientes. Los periodistas deportivos que están llegando tratarán éste asunto por su cuenta. Yo me anticipo sólo a anticipar un pequeño hecho. Al iniciarse la organización, el gobierno aseguraba obtener millones de dólares por la afluencia de turistas, pero ahora Santiago se ha dado cuenta de que dispone solamente de 25 mil camas (de las cuales el 90 por ciento están en casas privadas), pero que los turista extranjeros no serán más de unos tres mil, excluidos los jugadores y periodistas y que la pérdida neta será de unos mil millones.

Naturalmente muchos políticos señalan que éste gasto es tan lógico y necesario como la televisión montada de prisa para ésta oportunidad. ¿Pero lo era en realidad cuando tantos problemas graves afligen al país?. Ésta pregunta es hecha frecuentemente por la oposición y el Gobierno no le responde cómo resolverá los graves problemas que debe afrontar cotidianamente. Hay la huelga de los médicos (que se niegan a prestar atención a quienquiera que la solicita); está la extraña lucha por las aguas del Lauca, que Bolivia reivindica para sí; existe la situación del campesinado, donde hay trabajadores agrícolas que por doce horas de trabajo ganan 40 de muestras liras; están los problemas de la luz eléctrica y del agua potable en Santiago. No es en absoluto una ciudad fascinante, sin grandes monumentos ni recuerdos históricos, sin palacios que se destaquen, sin una nota de arte o de cachet,(ahi estamos de acuerdo...Seguimos en la misma hasta hoy) como dicen muchos en el lenguaje mundano: es amable y simple en la resignada tristeza de las poblaciones de la periferia, las que están en abierta contraposición con aquellas de los centros residenciales, donde excelentes arquitectos han construido chalets y casas dignas de adornar un libro de arte moderno. Santiago, con su pequeño centro europeo; sus boites, que ofrecen espectáculos de “picaresque”, esto es, strip-tease, ejecutado por chilenas, francesas, alemanas o italianas; con sus cines y con sus grandes teatros, tiene un no sé qué de chocante.

Y todo esto se da en Santiago, tal vez por ser el símbolo de todos los problemas de Chile, de ésta estrecha faja entre mar y montaña, que tiene 3.500 kilómetros de largo, que comienza en el norte con el desierto y termina en el sur con los hielos del polo, con el océano al oeste y la Cordillera de los Andes al este, que la separan, al igual que el polo y el desierto, del resto del mundo, al que anhela unirse, no sólo en el concierto deportivo, sino también en la búsqueda de la verdad y de la justicia, que no es la que los comunistas locales auspician, pero tampoco la que trata de darle la actual clase dirigente”.


Hasta ahí llegan las palabras de este ilustre visitante que dedico tantos "parabienes" a nuestro país, su población en general, sus políticos, infraestructura e incluso climatología, mostrando este verdadero "hombre renacentista" ser un docto en todo ámbito. Como suele suceder en nuestra copia feliz el edén, la opinión pública pedía a gritos la sangre del reportero junto con la de sus hijos, hermanos, padres y esposa, para ajusticiarlo por "mancillar a la patria". Esta reacción popular tan propia de nuestra idiosincrasia tuvo su eco en la prensa de la época la cual exacerbó los ánimos, así diarios como El Mercurio y el fenecido Clarín solicitaban a las autoridades declarar persona no grata a los corresponsales italianos (sin discriminar entre el autor de la nota y los que vinieron a cubrir el mundial) En este ambiente tan hóstil - decorados con titulares como "GUERRA MUNDIAL"-se dio el vamos al Mundial que, por esas extrañas coincidencias de la vida, tenía enfrentados a los combinados de Chile e Italia en la fase de grupos. Con estos antecedentes desarrollo la previa el partido que tendría a italianos y chilenos de protagonistas en el césped del estadio nacional el cual marcaría época por ser uno de los más violento de la historia, razón por la cual se conoció como la Batalla de Santiago.(continuará)

miércoles, 21 de noviembre de 2007

La insoportable ambicion del ser



Estoy emputecido, y no sólo por el resultado de hoy (hay que reconocerlo... de Montevideo a Santiago se nos olvido como jugar a la pelotita y los paraguayos hicieron su eterno negocio, esta vez, pasando la aplanadora por encima) sino que más bien con las "mentes brillantes" que rodean el fútbol nuestro de cada día. ¿La razón? ayer, 21 de noviembre, nuestros queridos dirigentes adoptaron una de esas decisiones que nos han colmado de triunfos morales, sinsabores y malos ratos durante más de 100 años. Se acordó en el Consejo de Presidentes, por unanimidad, ampliar el cupo de extranjeros de 4 a 7, en lo que es la mayor aberración desde que se intervinieron los clubes de fútbol en la época de la dictadura.

Parafraseando el título del famoso libro de Milan Kundera, lo acordado fue por razones exclusivamente de dinero, las supuestas justificaciones de fondo esgrimidas por estos "hombres justos y sabios" son dar mayor competitividad a un campeonato alicaído con el aporte de jugadores de otras latitudes...¡¡¡LAS PELOTAS!!! esa es una vil y burda falacia inventada por los mercaderes del balonpie nacional con un sólo propósito: Castigar la "insurgencia" y el "descaro" que tuvo el sindicato de futbolistas profesionales (SIFUP) al crear el "Estatuto del Jugador" que dentro de otras normativas "descabelladas" incluía la cláusula que los jugadores mayores de 18 años debían celebrar contrato como profesionales.

Partamos de la base que en un país semi-civilizado como este, existen normativas laborales hace muchos años ya (desde 1925) en donde se protege al trabajador dependiente de un empleador mediante los contratos de trabajo, sin embargo, la manga de ineptos a cargo de los clubes de fútbol se niegan a esto puesto que le es más barato contratar jugadores foráneos que respaldar el trabajo de sus divisiones inferiores, ya que, al celebrar el contrato de trabajo, estos pasarían a depender del club con toda la carga previsional que esto conlleva. A esto se suma el hecho que la gran mayoría de los jugadores chilenos provenientes de las inferiores reciben el aporte de juvenil hasta los 22 o 23 años, el cual no asciende a más de 80 mil pesos en el caso de los clubes "grandes" (en los chicos ni hablar, con suerte les alcanza para ducharse con agua caliente)esto equivale a un poco más de la mitad de un sueldo mínimo, lo que ya de por si es poco. En definitiva se convierte en una BURLA del sistema del mercado futbolero, ya que la gran mayoría de los jugadores provienen de estratos socio económicos bajos por lo cual, los miserables pesos se hacen fundamentales y deben acatar las determinaciones del club.

En conjunto con lo ya señalado, el traer extranjeros en cantidades industriales desjerarquiza considerablemente la competencia interna. Ok, se que esto puede sonar chauvinista o xenófobo, pero al respecto, siempre he pensado y soy un fiel creyente que los extranjero son aportes en las competiciones y permiten adaptar otras idiosincrasias al juego, sin embargo conociendo las maquinaciones fraudulentas que han existido durante todos los años que tengo uso de razón dentro del fútbol chileno lo más seguro es que tengamos el país futbolístico lleno de paquetes, troncos y demases denominaciones de jugadores que NO SON TAL.

Así la lista de factores aumenta, los cerebros detrás de esta brillante maniobra (Gabriel Ruiz - Tagle de Colo Colo y Federico Valdés de la Universidad de Chile) han señalado que con esto la liga chilena logrará obtener más peso en las competencias extranjeras. Eso sería creíble si a nuestra angosta y larga faja de tierra llegaran tipos como Zidane, Messi, Henry u otro símil, o sin ir tan lejos extranjeros que REALMENTE dejaron huella en el país, como José Manuel Moreno, Ernesto álvarez, Edson Beirut o más contemporáneos,como Leo Rodriguez, Alberto Acosta o Marcelo Espina, tipos que se identificaron a fondo con los colores de su institución o bien que regalaron cuotas de talento en el gramado local. Sin embargo, el mayor abundamiento hará que tengamos gente más parecida a Toninho (jugador de mediados de los `90 perteneciente a Colo-Colo y que era apodado el bíblico) Celio Silva (creo que era defensa ...pero hasta el día de hoy nadie en la UC sabe bien de que jugaba) o Walter Avalos (el "Zidane" que arribó a la U a mediados del 2005, y que tan solo mando UN CENTRO BUENO que terminó en gol en estadio Santa Laura) La lista puede aumentar si se le suman personajes pintorescos como los que llegan a los clubes de provincia que se especializan en traer jugadores - cacho (pero eso daría tema para largo y no es la intención en estos momentos)

La cruda realidad es que los mencionados dirigentes que JAMÁS han sabido de fútbol (lo suyo siempre han sido los negocios y las grandes empresas) comenzarón a matar el fútbol nacional, no es excusa la que han dado con el de asemejarnos a las ligas europeas, ni por el nivel ni por los ingresos ni por el desarrollo ni mucho menos por la infraestructura nos podemos comparar a ellos (en el caso del talento tampoco ...pues el fútbol de estas latitudes es demasiado superior al practicado en Europa) Así y todo, potencias mundiales como Alemania han sufrido en carne propia el exceso de jugadores comunitarios en sus ligas mermando el trabajo de bases y convirtiendo a sus seleccionados en un pálido reflejo de lo que eran. Además, el único antecedente que se tiene en nuestro continente de tal aumento de jugadores es la poderosa liga ....boliviana (que a pesar de su nula relevancia en equipos, tiene UNA COPA AMÉRICA, a diferencia nuestra que aún no conquistamos al menos una) Esto ha contribuido a la decadencia notoria de este fútbol a nivel de combinados nacionales de todas las edades. Lo peor de esto es que ambos "presidentes" (designados a dedo por la junta de accionistas de cada club) no recuerdan las ganancias que sus respectivos clubes han logrado con lo mismo que buscan destruir, Colo- Colo (en realidad, los accionistas de Blanco&Negro S.A)tuvo ganancias sobre los U$30 millones sólo por las ventas de Vidal, Fernández, Suazo y Valdivia. En el caso de la institución universitaria laica, durante la década del `90 se vendieron más de 10 jugadores (entre ellos el bullado traspaso del Matador Salas a River Plate) dejando ganancias que lamentablemente nunca fueron del todo aclaradas.

Así mis queridos cibernautas, nuestro venerados dirigentes -con el beneplácito de la ANFP- acaban de sepultarnos, cuando las cosas parecían estar en orden, cuando se creía que al fin experimentaríamos un despegue cualitatico y cuantitativo, los hombres encargados de regir los destinos de nuestros clubes, han hipotecado el patrimonio más valioso, los jugadores producidos por la cantera de cada equipo, de aquí en más no exigamos "amor a la camiseta" o "entrega al club" estos malditos comerciantes solamente querrán ahorrar dinero, por que para ellos esto es un negocio y nuestra pasión tiene precio. Antes los que robaban nuestras instituciones eran tipos corruptos y poco instruidos, hoy el asunto es peor, los hombres de negocios han puesto las fauces voraces en la alegría de muchos sin importarle que piense cada uno de los socios que hicieron vivir durante años a estos clubes. Al final sólo una reflexion, cuesta aproximadamente U$ 150 mil (incluso menos) todo el proceso formativo de un jugador, el cual a posteriori puede ser vendido en 10 veces la cantidad mencionada...¿Cuanto sale traer a un extranjero con todo lo que conlleva esto (casa, auto, colegio de sus hijos, sueldo, primas, etc) y cual es el costo real si esto mismo lo multiplicamos por 7?... El resultado, es para llorar.