sábado, 6 de octubre de 2007

Tiro Libre Imposible

Amables cibernautas, lo prometido es deuda, con el relato del gran Sergio Silva y los comentarios (no tan desatinado como de costumbre)de Pedro Carcuro y Alberto Foulliux, les presento la joya de Jorge "Mortero" Aravena, disfrútenlo.

jueves, 4 de octubre de 2007

La Rioplatense


Reza la leyenda que durante un partido disputado entre Universidad Católica y River Plate, en el marco de aquellos famosos octogonales veraniegos de mediados de los 60 realizados en el Estadio Nacional, el jugador del equipo de la banda sangre, Laliana se acercó al delantero del elenco estudiantil apellidado Ibañez y le realizó la siguiente pregunta:

- ¿Ché y vos...jugás?
Ehh si...
- Mirá que bien y de que jugás vos??...
De delantero...
- ¿En serio? Tan flaco, chiquito y jugás al fútbol...Mira que lindo... huy y usás la numero once... Che vení, mirá a este pibe. (Ante los gestos de Laliana, sus compañeros/secuases se acercaron para ver al atribulado hombre en punta del elenco católico)

- Che...Mirá el pibe este dice que juega de once...
-Y tan flaquito y jugás pibe...Nah mejor andáte a tu casa y lo escuchás por radio -espeto un compañero- que aquí te puede pasar algo malo.
Pero...
-Mirá que tierno -prosiguió Laliana- si hasta la camiseta le queda grande, decíme ¿que edad tenés vos?
Tengo 24...
- ¿Y tan flaquito y petizo? que, acaso tu vieja no te dio de comer cuando pendejo, mirá que cuando llegue a Buenos Aires te mando leche y carne en una encomienda...eh.

El pobre delantero sólo zafó de aquella tamaña humillación cuando su compañero "Chocolito" Ramírez, hombre con mucha más calle y batallas en el cuerpo, logró romper el cerco de argentinos a punta de empujones, amenazas y garabatos surtidos. Sin embargo el daño estaba hecho,Ibañez fue un espectro en el campo de juego y su equipo fue vapuleado 6 a 1 por aquel River sin mayor trascendencia en la rica historia de ese club.

Seamos honestos, como hinchas del fútbol, del BUEN fútbol, nadie puede desconocer el talento que a raudales exhibido por los jugadores provenientes del Río de la Plata, ya sean argentinos o uruguayos, convirtiendo en un verdadero arte el jugar con el balón(sólo como muestra; entre ambos países suman cuatro títulos del mundo, tres medallas de oro en Juegos Olímpicos y 28 copas América en selecciones, 29 Copas Libertadores, 15 copas Intercontinentales en clubes y un largo etcétera en logros de juveniles) a nivel global su calidad es conocida y requerida por los equipos más importantes del orbe. Sin embargo, de la mano con estos logros se ha desarrollado un aspecto oscuro, tórrido y totalmente diferente que es la mal llamada "picardía rioplatense" conocida en otras latitudes como fraudes, argucias o derechamente, trampas.

Así,amable cibernauta, aparte de la calidad innata de los jugadores provenientes del atlántico, esta la innegable capacidad de transgredir todo el reglamento pelotero, manejarse al limite de la legalidad en cada encuentro y aprovechar cualquier error extra deportivo para alcanzar la victoria. Los primeros en marcar una clara diferencia fueron los uruguayos quienes modificaron el concepto de gallardía de la "garra charrúa" convirtiéndola en sinónimo de salvajismo. El estandarte en este aspecto fue Julio Montero Castillo (padre del sobre valorado y extremadamente mal intencionado Paolo Montero) quien hizo un arte del pegar,A tal llego el nivel de abuso que a tal punto llega lo dicho que en una ocasión señaló; "Adentro de la cancha, mi vieja se pone una camiseta y le pego también".

Montero era el prototipo de jugador sediento de sangre que -literalmente- le sacaba brillo a los estoperoles (o tapones)preferentemente de aluminio antes de entrar a la cancha. Él aprovechó cualquier tipo de licencia o ventaja que pudiera tomar para elevar la trampa y el juego sucio a un nuevo estrato. A modo de ejemplo, el año 69 jugando por Nacional de Montevideo y contra el Santos de Brasil, hizo volar de una barrida brutal a Pelé quien sólo atinó a decirle que para la próxima vez le pegara con pelota. Otro que sufrió las "caricias" de Montero fue Alberto "Tito" Foulliux quien osó a cruzarse en el camino del volante central; ¿el resultado? tres meses fuera de las canchas por la lesión que le ocasionó. Aunque sea difícil de creer, Montero Castillo fue contratado por el club Granada de España que en aquel entonces militaba en la primera división de aquel país. Ahí, junto con todo su bloque defensivo, se ganaron la fama de "leñeros" dejando una verdadera escuela en la península iberica, se dice que su brutalidad era tal que en una ocasión el jugador Juan Manuel Asensi, con un temor inconmensurable y dolores surtidos en el cuerpo, se negó a entrar al campo de juego luego del entretiempo por la pateadura brutal que estaba recibiendo, sin que el uruguayo recibiera ni una recriminación. Es tal su leyenda negra que en un partido amistoso entre Peñarol y Nacional en homenaje a Aníbal Ciocca le dió un golpe de puño artero a Fernando Morena (ex delantero de Peñarol, verdugo de Cobreloa en la final de la Copa Libertadores de 1981, y ex - entrenador de Colo - Colo) por el cual fue expulsado.

Su legado continuó en el fútbol uruguayo, el juego desleal combinado con las malas prácticas siguieron a otros jugadores en el transcurso de las décadas, convirtiendo en ocasiones varios partidos en batallas campales. Como muestras se pueden citar los encuentros que disputó la escuadra celeste contra la selección chilena en el año 1985 en el marco de las eliminatorias válidas para el mundial de México 1986, en ambos pleitos, las patadas más leves fueron a la altura de la yugular de los jugadores chilenos, así Diogo, Ramos y compañía hicieron lo que quisieron en el Estadio Nacional y el Centenario respectivamente con la venia del referí de turno. A tanto llego la situación que, jugándose los últimos minutos en Montevideo y con el combinado uruguayo en ventaja de 2 a 1 (resultado que los dejaba automáticamente en el Mundial)Chile tuvo una clara oportunidad de empatar el partido, un tiro libre cercano al área el cual sería ejecutado por Jorge "Mortero" Aravena (para el amigable cibernauta que no lo conozca, este eximio lanzador de tiros libres y penales,además de goleador en el fútbol colombiano, convirtió uno de los goles más hermosos que haya visto el Estadio Nacional, un disparo sin ángulo conocido en el argot popular como "el tiro libre imposible"...El día que aprenda a subir videos como otros blogs más de "niñita-que-trata-de-ser-cool-contando-su-vida-programando-canciones-que-la-identifican" o de "varones-que-ponen-fotos-de-renombrado-fotógrafo-francés-pseudo-afeminado" exhibiré tan mentado golazo) Sin embargo, segundos de acariciar la bola con esa zurda maravillosa, el defensa Ramos cogió una naranja arrojada de desde la tribuna y como si se tratara de bolitas, hizo una "chita" perfecta con la esférica, moviéndola del lugar donde Aravena la había colocado y provocando que este desviara completamente el tiro. Así y en medio de más patadas Uruguay ganó aquel partido y fue directamente a México en donde cumplió un discreto papel. Aparte del caso mencionado, durante la última década se pueden encontrar pleitos de más baja estofa tales como el protagonizado por el energúmeno Joe Visera, jugador en aquel entonces de Peñarol quien irracionalmente durante un amistoso disputado contra la selección sub - 23, le pego a todo lo que se movía, en especial al juez del encuentro Cristían Lemus, este mismo equipo protagonizó grescas de proporciones bíblicas en México enfrentando a Tigres por la Copa Libertadores, de local contra Flamengo de Brasil, con su clásico rival Nacional (y viceversa) y a cualquiera que intente ganar con buenas artes y dar un poco de espectáculo a la fanaticada en general (CONTINUARÁ...)